A partir del pasado miércoles, todos los celulares del país que sean denunciados (a través del *910) como perdidos, robados o falsificados serán bloqueados y no podrán funcionar con ninguna red móvil. El bloqueo forma parte de la segunda etapa que se vienen llevando adelante para atacar al mercado ilegal de aparatos.
Cada dispositivo cuenta con su propia identificación a nivel mundial denominada IMEI, por lo que una vez que se denuncie la pérdida o sustracción del aparato, ese código ingresa en una base de datos que desactivará e inhabilitará al celular en el momento en el que se le introduzca una tarjeta SIM diferente.
Según cifras oficiales, en el país se producen cuatro mil robos callejeros en promedio por día, por lo que con esta medida se busca atacar la problemática asociada al mercado ilegal de celulares, los cuales derivan de robos, falsificaciones y adulteraciones de equipos, y los delitos asociados a estos.
Luego del desbloqueo de los celulares hay una tercera etapa que ya se encuentra en desarrollo, que está vinculada con la obligatoriedad de que los usuarios registren sus líneas, y que fue diseñada tras el acuerdo entre el ENACOM en el año 2016, con el fin de atacar la problemática asociada al mercado ilegal de celulares.